Materiales:
-Conchas, e incluso recipientes varios como esa cosa azul, tazas o pequeños recipientes de barro, botellas pequeñas que tengan la boca ancha... Os aviso, hay que usar bastante cera para llenar una simple concha, así que me fue imposible intentar llenar el recipiente azul porque era demasiado grande.
-Velas, de varios colores. Da igual si son de las alargadas o las pequeñas. De hecho, es necesario que tengas velas de las pequeñas, por la mecha.
-Cerillas o mechero.
El proceso a seguir es fácil, aunque hay que tener mucho cuidado con pasar la mano por encima de la mecha (quema) y sobre todo con que no se nos caiga nada.
Podemos hacer dos cosas: o poner primero la mecha y alrededor trozos de cera que se irán fundiendo...
O derretir primero la cera directamente encendiendo la vela, y luego meter la mecha.
La mecha tiene que ser de las de arriba, ya que tienen una base metálica que ayudará a mantener la mecha en pie mientras se consuma la cera una vez que encendamos la vela ya terminada. Estas mechas las sacamos de las velas pequeñitas, que podemos encontrar en cualquier todo a cien, y nos entrarán un porrón de ellas.
Mi consejo es que fundáis la vela primero, como en la imagen de aquí arriba, y luego metamos la mecha, ya que así la cera también se solidifacará pegando la base metálica a la concha.
Otra cosa que podéis hacer es, con la ayuda de unos alicates, poner cera, fundiendo dos colores a la vez. Si son colores que se parecen mucho, como verde y azul claros, o amarillo y verde, o el blanco (que será comido por cualquier color), aceleraremos el proceso. También se pueden hacer dibujos sencillos, como esta espiral:
(Aunque me quedó un poco chuchurría...)
Y básicamente eso es todo.
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